Encontré… ¿una carta?... escrita hace tiempo, decía así:
“Un día decidí quererte, ¡Cómo fue eso!,
Pues de repente con la misma
Sensación, de recibir
una noticia así: de improvisto...
debo aceptar: la trillada figura
de Cupido y su flecha, mortal
que me dejó no sólo malherido,
sino con la seguridad de que esta vez
con esta flecha la
cosa iba a ser; terminal…
En efecto, me
encontré enfermo de muerte,
sin otra. Esperanza: más que encontrar
la poción salvadora en tus labios,
recorriendo tu espalda y aquellos sospechosos surcos al
final,
con la ilusión de encontrar algún camino
de alivio a esa angustia,
incrustada
en la mitad de mis
ansiedades.
¡Buena puntería!: arquero,
cruel
habías disparado
flechitas, infectaditas de amorcito
pero esta, o mejor,
con esta,
has ido perfeccionando tu técnica,
disparaste en el momento que abrí. Los brazos
para abrazarla… pero,
la pregunta es ¿de qué estaba hecho aquel? : Veneno…
A ti te hablo Señor
Dios Cupido, pues,
esta herida no es un juego, quizá esta vez no usaste
tu tradicional arco de fresno y esas flechas de ciprés,
ni utilizaste el arco y flechas de oro…
No. ¿Con qué y qué disparaste?
¿Te has modernizado y acaso me enviaste un virus?
¡Has aprendido trucos publicitarios y
te metiste por el lado!, subliminal…
¡Ah! Dios audaz… creo que cambiaste de estrategia, esta vez
no creas, no me dejaré llevar. Por la locura… que me
propones.
¿Sabes Cupin?
Permíteme unas palabras
de defensa y
acusación:
¡no me vengas con eso! de que no has crecido
y eres un niñito, con alas
sé que eres sólo una metáfora,
sí, eso eres…
porque bien sabes que el amor es efímero,
como tú… ¡Ja! ¿Cómo
te quedó el ojo?...
Pobre Cupin te sentiste; ¡agredido,
Disculpa, fue sólo
una reacción!
por tan severo e inmisericorde
acto que tuviste conmigo.
¿Cuál?... pues el de cambiar de estrategia
y joderme con esa cosa que hiciste.
¡Lo siento! Sé que tu
vista no anda bien,
pero ¿Por qué me heriste? ; Tan bien
O sea ¿no hubo equivocación?...
fue un ataque,
premeditado,
Planeado y ejecutado a la perfección. ¡Déjame ver!
¿Me has estado observando?
¿Te has metido en mi
facebook?...
¿Chismosito eh?...
¿y qué hay de tus
flechas de plomo?
¿No las usas por tema ambiental
o de salud de los usuarios?...
disculpa pero aquí
andas, muy mal asesorado,
¡Lo mínimo! que te puedo decir… es invidente vivaracho.
¿Qué Te tengo que
recordar tu mala puntería?
que en mi caso no aplica. Con lo de Diana
¡Ja!.. te
equivocaste… lerolero,
y la pobre, Ninfeita quedó jodida…
¿Supiste que se
suicidó?... ¡Aich!
Eso no se dice… ¿verdad?.
Te preguntarás:¿ por
qué mi tono? rabón
hermano, pues porque me jodiste,
me inyectaste no sé
qué, estos vacíos de paz,
sólo los puedes causar tú y tu jueguito. Malévolo: de
disparemos a ver qué pasa.
¡Pero ya! hablando en serio,
parece que olvidaste
eso de que
el amor es inmortal,
(ya sabes hacia donde voy, ¿verdad?),
¿Qué me calle?,
No muñeco, esta vez
no…
me refiero a aquella preciosa que se llamaba Psique,
¿La recuerdas?... ¡Oh! No me digas que
se la robaste a otro
Dios… ¿ves?... estás mal,
tienes complejo, de
Peter Pan: problemas de visión,
y te enamoraste de
una ajena…
¿Con qué autoridad moral, dictaminas de quien me enamoro?...
¡Timador!
No me digas que
fungiste de amante nocturno
y desesperado,
y que la situación se te salió de las manos,
y que tu amante enloqueció y por evitar una mala imagen,
quiso matar a su marido y te descubrió…
No mi Cupi, perdóname,
pero esto tiene sabor a ranchera y a tango,
(pero bien
arrabaleros)…
¿No me digas?... ¿Fue
sin culpita?...
Bien, dile eso: “a
nuestras amigas
Tristeza y Solicitud, a ver qué opinan”.
¿Entonces tu mami se
puso muy brava?
Y le pidió a Psique, que fuera hasta
el inframundo… ajá, ¿y?... menos mal, que la rescataste,
claro… entiendo… Te casaste, no ,
Bueno y ¿tus hijas?
Gracia Voluptas, Gracia Castitas
y Gracia Pulchrito, cómo van
ya… en la Universidad
Cómo pasa el tiempo,
no...
Pero, aquí entre nos, ¿qué pasó conmigo?,
¿por qué ese
maltrato?, mira que yo conozco
de tu historia…
entonces,
¿Cuál es tu cizaña conmigo?...
Aquel Dios me observó
y un poco sonrojado, indignado y descubierto me dijo:
"¿Sabes de qué se trata todo esto?, de que aprendas que
el amor, no es un asunto de maltrato, es una relación de bondad, para amar
tienes que ganarte el puesto de inmortal, sólo si tienes alma (psique), podrás
experimentar un poco de esa maravilla de sentir que amas o eres amado. Te
conozco y sé que eres medio nostálgico, por eso, sólo por eso, te quiero decir,
que ahí apunté, y clavé una flecha. Cualquiera, no fue especial, en tu
nostalgia, porque bien sabías, que ella no te amaría. Pero, ya que me hablas de
historia, y de mi estrategia, quiero recordarte que lloraste por ella, por sus
desprecios, por su trivialidad, cada lágrima, cada grito de incomprensión por
su amor, te ha llevado a descubrirte inmenso, grande, capaz de sentir y
expresar lo que otros ni siquiera se imaginan. Sigue así, Vas bien".
Respetado Dios Señor
Don Cupido,
¡No!, lo entiendo, pero para estas alturas
he decidido aceptar. Sus
designios
así, que ni modo pase Usted,
le ruego que procure disparar donde no duela,
y que si duele pase
pronto esa dolencia…
o aunque pensándolo bien… ¡que duela!,
para saber que estoy
vivo."
Cerré la carta, pensé en ti, y esta vez, ni siquiera pude
llorar.
