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2. Texto
LA SUMA: EL PRIMER PASO EN UNAS MATEMÁTICAS FORMALES
Pasar de colorear, cantar canciones
o aprenderse los colores; a sumar es un paso gigantesco. Para cualquier niño,
del nivel social o económico que se dé, sumar es incursionar en un mundo
distinto, lleno de retos y nuevas cosas por aprender.
Esta el reto de aprender a sumar,
siendo este el primer paso de una serie de operaciones que le esperan: la
resta, la división, la multiplicación, etc. ¿Cómo enseñarle a un niño a sumar?,
¿Cómo explicarle la importancia de la suma en su vida cotidiana? Y por último, ¿Cómo grabarle en la cabeza el concepto y el
procedimiento que se requiere al sumar?. La respuesta a todas las anteriores preguntas
se resolverán aquí.
¿Cómo enseñarle a un niño a sumar?,
esta pregunta lleva a grandes divagaciones y cuestionamientos ante el docente,
ser capaz de enseñar algo totalmente nuevo y extraordinario a un niño es un
gran reto, reto que todo docente aprende a sobrellevar y resolver. Hoy en día,
con el avance de la tecnología y la temprana aceptación de los niños a los
avances tecnológicos, el pizarrón y las largas horas de clase quedaron atrás.
Hoy, hay métodos más cortos, más viables y más eficaces a la hora de buscar
enseñar conocimientos nuevos. Tenemos los juegos educativos que en cierta parte
buscan recrear al niño por medio de retos y didácticas comunes, pero por otra
parte, en el caso de la suma, se incorpora la condición de sumar, si no es así,
el jugador simplemente perderá.
Antes del juego, que viene siendo
ya la practica en sí, entra la teoría, una teoría que deseablemente debería ser
directa y corta, introduciendo todo a su debido tiempo, paso a paso,
permitiendo que el niño asimile, retroalimente y practique lo introducido, pero
a su vez, no confunda o una todo sin un por qué.
¿Cómo explicarle la importancia de la suma en
su vida cotidiana?, Muchos niños asumen que sumar es solo es requisito
requerido en el colegio, por eso, la gran importancia de recalcares que sumar
es indispensable para un buen desarrollo social, económico y fundamental para
sus vidas. Ejemplos como la cuenta del supermercado, o la compra de dulces, el
pago de servicios, préstamos o regalos en sumas, son tradicionales ejemplos a
la hora de introducirle a un niño lo importante que es aprender a sumar.
A un niño, a esa edad, no se le deberían
dar razones como lo necesitaras en la universidad o tu trabajo lo requerirá, porque
el desarrollo de ellos aún no piensa en ese futuro, ellos como buenos filósofos,
apenas se están preguntado el porqué de las cosas, ¿Por qué esto?, ¿Por qué aquello?.
¿Cómo grabarle en la cabeza el
concepto y el procedimiento que se requiere al sumar?. “la práctica hace al
maestro”, bien dicen vulgarmente. A un niño se le pueden presentar 100 ejercicios
de sumas y hacerlos todos, pero ¿estaríamos enseñando? O solo programándole
como a una maquita unas ordenes (que aquí vendrían siendo el proceso) y ordenándole
realizarlas.
Más allá de esto, lo fundamental debería
ser proponerle que plantee sumas, para así evaluar si de verdad entiende o no
el concepto de la suma, mas no, solo repite un círculo vicioso que ya se le
grabo de memoria.
En conclusión, la suma es un gran
paso para los niños, el escalón que puede definir el gusto o el disgusto hacia
las matemáticas; comúnmente se ve que la obstinación y la rabia hacia las matemáticas
se desarrollan en estos primeros años de introducción, en donde los métodos utilizados
fallan, y contra producen un rechazo hacía estas. El saber que no comprendes o no
logras hacer esas sumas te obstruye, te frustrar y la solución es decir que las
matemáticas son lo peor, que los profesores de matemáticas son lo peor, pero ¿en
realidad el problema son las matemática y los docenes?, o más bien, es el método.
El deber de cada docente de matemáticas
esta transmitir ese amor y esa pasión hacia las matemáticas, cambiar la perspectiva
de una materia aburrida y difícil, a una, donde lo mágico sea descubrir que si
se puede, que los niños si son capaces.
