¿Y ahora qué?
Diariamente, se está acostumbrado a
transcender por la vida sin preguntarse el “por qué” de las cosas y personas
que nos rodean. La sociedad con sus lujos, sus desgarradores intervalos de clases
sociales, sus nuevas y antiguas culturas, el consumo masivo; en fin, cada una
de las cosas que nos ha vuelto dependientes a vivir la vida según el criterio
de personas con fama, dinero, o como popularmente se dice “de moda”. Más allá
de todo esto, ¿dónde queda nuestra esencia?, ese algo que nos hace diferentes
los unos de los otros, ese algo que abunda en nuestra personalidad, forma de
vestir, actuar; donde hemos dejado la capacidad de pensar, de opinar autónomamente,
mas no, como marionetas de persona ajenas. Se ha llegado hasta el punto en que la sociedad Colombiana, prefiere comprar
o admirar producciones internacionales, es preferible viajar al exterior que
entrar a explorar el Amazonas, es aún más preferible estudiar en este país e ir
a ejercer y a contribuir en el desarrollo de uno ajeno a este. ¿Qué está
pasando?, que nos vendió la industria internacional, como es posible estar al
tanto de noticias y sucesos internacionales, antes que de los mismos colombianos.
Al final del día, somos colombianos,
guste o no guste, y debemos
amar nuestra tierra, abundante en riquezas,
cultural, folclor, amor y sobre todo historia que hace la diferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario